¿Cuál se adapta mejor a estos nuevos tiempos?
Tomando en cuenta que en nuestro país estamos en un momento difícil debido a la pandemia, la situación política y muchos aspectos que influyen en hacer inestable nuestro sistema, la educación no está ajena a estos embates; pero como sabemos, existen niveles dentro de la educación en el Perú. Tenemos la Educación Básica Regular, la Educación Técnica, la Profesional Técnica o Superior no universitaria y la Universitaria.
Cada una de ellas tiene su desarrollo y competencias a lograr. En nuestro caso, estamos frente a la Educación Tecnológica versus la Educación Superior Universitaria, las cuales preparan a los jóvenes para enfrentar los retos que el país requiere. En nuestra sociedad, el principal problema, y que aún persiste hoy en día, es que los padres de familia piensan que la Educación Técnica no es una alternativa de éxito para los jóvenes interesados en ella. Sin embargo, tenemos bondades y beneficios que brinda la Educación Técnica frente a la Universitaria. El primero de ellos es el tiempo de estudios: la Educación Técnica requiere de tres años para alcanzar una competencia, frente a los cinco años de estudios en una universidad. Este aspecto es importante en nuestro público objetivo, porque así nuestros estudiantes logran las competencias específicas en un menor tiempo. Esta característica nos enlaza a otra ventaja, la cual es insertarse al medio laboral de manera inmediata, inclusive antes de culminar sus estudios. Ahora la división modular de las carreras les permite a los estudiantes alcanzar una certificación en cada año de estudio y poder insertarse en las actividades productivas que la certificación les permite.
Otra ventaja es la formación especializada en la competencia que alcanzó. Los profesionales técnicos egresados se hacen imprescindibles para las empresas en las que laboran (sea externa o propia), debido a que requieren de este grado de especialización.
El tiempo de estudio en la Educación Técnica es flexible, por lo que se adecúa a lo que el estudiante pretende alcanzar y, en cuestión de costos, resulta ser más económica frente a una institución universitaria. Además, los objetivos son diferentes en una universidad, puesto que los jóvenes se preparan más para la investigación que para la aplicación, mientras que en la Educación Técnica los estudiantes se preparan más para la aplicación y ejecución que para la investigación; sin excluir ambas cosas en cada uno de los niveles educativos.
Todas las ventajas planteadas referentes a la Educación Técnica, contribuyen a que nuestro país sea más competitivo frente al resto, formando profesionales que realicen labores de alta especialización, con el uso de herramientas físicas y tecnológicas, que enfrenten los retos que se presentan de manera interna, en y para el desarrollo de su comunidad, región o empresa a la que representen; y de manera externa, frente a los otros países.
Finalmente, este nivel Educativo Tecnológico nos permite también, en caso se requiera de otras competencias para realizar actividades que no estén dentro del desarrollo de la Educación Técnica, incorporarse al nivel de Educación Superior Universitaria para completar el desarrollo de habilidades que les permitan continuar con el logro de competencias, acorde con las necesidades laborales del momento.